Según el informe de Frost & Sullivan, «esencialmente, las organizaciones -en particular las empresas- han dudado en invertir en ciberseguridad porque la consideran un gasto más que un elemento de gestión de riesgos». De alguna manera, tenemos que cambiar la percepción de la ciberseguridad de un gasto a una inversión. Es poco probable que sea un proceso de un día para otro, pero es mucho mejor que esperar a que comience el «juego de las culpas» cuando un evento de seguridad importante afecte a su organización.